Las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipyme) juegan un papel muy importante en la cohesión social de América Latina, fundamentalmente, porque poseen una gran capacidad de generación de empleo y de riqueza (Ballina et al. 2015), lo que contribuye con la disminución de la pobreza y con el incremento de la prosperidad económica en los hogares.
A pesar de que las Mipyme representan gran parte de la estructura empresarial y, por tanto, son consideradas como sector clave para el crecimiento económico de la región, se caracterizan por su notable heterogeneidad respecto al acceso a mercados, tecnologías, financiamiento, capital humano y vinculación con otras empresas, lo cual afecta notoriamente su productividad, capacidad de exportación y potencial de crecimiento (CEPAL, 2016).
En el Perú, el tejido empresarial formal está conformado en un 99,6% por las Mipyme1. Este segmento reúne agentes económicos que dinamizan y contribuyen al desarrollo económico del país. Parte significativa de la población y de la economía dependen de la actividad y el desempeño de este segmento, debido a su reconocida capacidad para generar empleo y su participación en la producción. En efecto, las Mipyme aportaron el 33,3% del valor agregado nacional y generaron empleos para el 59,0% de la población económica activa ocupada en el 2019.
En el marco de la política publica de fomento a las Mipyme y su internacionalización, y con el objetivo de implementar estrategias para incentivar su desarrollo y crecimiento, se ha planteado desde el Ministerio de la Producción (PRODUCE) el importante desafío de construir un sistema de información basado en evidencia, que incorpore un conjunto de indicadores capaces de fortalecer la formulación, implementación, monitoreo y evaluación de la oferta de servicios públicos. Además, que pueda servir de referencia para orientar el diseño de los distintos programas y acciones con el objetivo de impactar en el desarrollo productivo de las Mipyme.
Salvo cuando se señale explícitamente lo contrario, se denomina Mipyme a aquellas empresas con ventas anuales m 1 enores o iguales a 2 300 UIT.
En línea con ello, este informe, publicado anualmente, tiene como finalidad profundizar el entendimiento acerca de las Mipyme peruanas y su interrelación con el mercado, con énfasis en aquellas que son formales, a partir de información disponible en registros administrativos y encuestas oficiales.
En abril de 2021, las ventas del comercio interno1 aumentaron en 87.9% interanual, como resultado del desempeño positivo de las principales actividades que componen este sector, tales como son tiendas por departamento (3,352.3%), ferreterías y acabados (4,020.1%), equipamiento del hogar (1,705.9%), supermercados e hipermercados (22.8%), y boticas y farmacias (23.4%). En contraste, dicho avance del subsector fue atenuado por la disminución en las ventas de la actividad de libros, periódicos y artículos de papelería (-33.6%).
En este mes las ventas de comercio interno registraron un resultado positivo, debido a un efecto estadístico, ya que en abril del año pasado la actividad se encontró afectada por la extensión del Estado de Emergencia Nacional establecido por el Gobierno, como medida frente al COVID-19. En este contexto, la incidencia positiva que tuvo la actividad de comercio interno obedeció también a factores como, haber tenido mayores días de actividad económica y el aumento de aforo en las tiendas comerciales.
En abril de 2021, la producción manufacturera experimentó un fuerte crecimiento de 114.1% respecto del similar mes de 2020, a causa del crecimiento de ambos subsectores: subsector primario (+35.7%) y subsector no primario (+161.8%).
Ello debido a un efecto estadístico, ya que en abril del 2020 solo operaban las actividades de bienes esenciales. En el mes de análisis, ambos subsectores contribuyeron de manera positiva al desempeño del sector (subsector primario: 13.5 p.p. y subsector no primario: 100.6 p.p.). El desempeño positivo del subsector primario se debe principalmente a la mayor producción de la rama de pesca industrial (+973.8%). Por su parte, el resultado del subsector no primario, se explica por el desempeño positivo de la industria de bienes de consumo (+138.9%), al aumento de los rubros de bienes intermedios (+185.3%), bienes de capital (+828.5%) y de servicios (+111.8%).
