El Ministerio de la Producción - PRODUCE presente el documento "Anuario Estadístico Industrial, Mipyme y Comercio Interno - 2017", elaborado sobre la base de datos recopilados y procesados desde la Oficina de Estudios Económicos.
Existen distintos enfoques desde los cuales se puede analizar la innovación. Desde un punto de vista más agregado, la teoría de crecimiento de Solow considera que la innovación es una fuente importante de crecimiento económico al ser parte del componente “residual” de la tecnología (Moreno y Suriñach, 2014). Del lado de la microeconomía, el nivel de productividad de una economía depende de cuán productivas son sus empresas y de la asignación de recursos a firmas y actividades más o menos productivas (Syverson, 2011), donde la innovación juega un rol fundamental en la asignación óptima de los recursos de una economía hacia agentes de alta productividad, de acuerdo a una serie de determinantes como la capacidad del buen funcionamiento de los mercados, la dotación factorial de la economía, las capacidades tecnológicas y los factores institucionales, entre otros aspectos (Aboal,et al., 2014).
Asimismo, la innovación, la cual incluye la creación y difusión de nuevos productos, procesos y métodos, es parte vital de los elementos requeridos para lograr un crecimiento sostenido, gracias a que permite el incremento de la asignación eficiente de los recursos en una economía orientada hacia actividades más productivas (OECD, 2007). En la mayoría de países latinoamericanos, los esfuerzos orientados al fomento de la innovación -denominados esfuerzos innovativos- han estado rezagados respecto a los países desarrollados, lo que se ha visto reflejado en la fuerte concentración en la producción de bienes de poco valor agregado. A ello se suma una preferencia por resultados de corto plazo, lo cual ha limitado la inversión en otros aspectos como la mejora tecnológica o la investigación. Esto termina convirtiéndose en un círculo vicioso que afecta la asignación eficiente de los factores de producción.
De acuerdo a lo detallado en el Manual de Oslo (OECD, 2005), los esfuerzos innovativos pueden clasificarse en cuatro tipos según el tipo de innovación que realiza la empresa: innovación en productos, innovación en proceso, innovación organizacional e innovación en marketing (o comercialización). Dichos esfuerzos pueden verse influenciados por una serie de interacciones internas y externas, lo que brinda a la innovación un enfoque sistémico. Las dimensiones internas de la innovación están relacionadas con las actividades (como la inversión en investigación y desarrollo) y elementos (como recursos, capacidades dinámicas y competencias) dentro de la firma que llevan a la innovación (Cohen y Levinthal, 1990; Fagerberg, Shrolec, y Verspagen, 2010; Teece, 2010). Estas actividades y recursos internos son constantemente influenciados por factores externos, los cuales pueden ser tanto locales como extranjeros. Entre los factores locales se incluyen las firmas competidoras, los consumidores, las políticas gubernamentales, las instituciones, la infraestructura, el sistema educativo y las instituciones financieras, mientras que los factores foráneos están conformados por el comercio internacional y la inversión extranjera directa (Lee y Narjoko, 2015).
Analizar el desempeño y orientación de los principales países industrializados1 _EE.UU., Alema-nia, Japón, Reino Unido, Rusia, China y Brasil en relación a la modernización tecnológica, es el primer punto de discusión del presente documento. En la úl
El emprendimiento es la actividad que se basa en el descubrimiento, evaluación y explotación de oportunidades, lo que implica innovación en productos y servicios, en procesos productivos, en estrategias y formas de organización (Shane y Venkataraman ,2000). De esta manera, los emprendedores al iniciar una actividad impulsan el crecimiento económico mediante la intermediación y la innovación.
El emprendimiento es clave para mejorar el empleo y las condiciones de vida de la población, ya que es considerado como un catalizador del crecimiento económico, de la creación de empleo y de la transferencia de conocimientos, dinamizando de esta forma la economía. Tanto es así que las economías latinoamericanas como las de la OCDE consideran las actividades emprendedoras como potenciadoras del estatus social. Asimismo, también favorecen la competencia dentro del mercado, generando incrementos de productividad y de transferencia tecnológica.
La participación de las mujeres emprendedoras en América Latina y el Caribe (ALC) presentan tasas de emprendedurismo femenino muy superiores al promedio de los países de la OCDE, la interpretación de estos resultados sugiere que las mujeres de ALC consideran al emprendimiento como una vía potencial y práctica hacia la independencia económica. En el caso de los países de la OCDE más del 10% de las mujeres son empresarias, mientras en Chile (29%), México (25%) y Colombia (45%) ostentan porcentajes mucho más elevadosa.
Hasta la década de los 70’s, las actividades empresariales que realizaba la mujer eran consideradas casi invisibles, debido a que su aporte a la economía era
mínima. Sin embargo en las últimas décadas, a nivel mundial se ha logrado grandes avances en la promoción de la equidad de género, y en el progreso sostenido en las reformas institucionales orientadas a lograr la equidad de género. A partir de los resultados del Índice Global de Brechas de Género del 2014, se puede observar que no hay país en el mundo que haya cerrado totalmente la brecha de género. No obstante, existen cinco países nórdicos que han logrado un avance importante, tales como, Islandia, Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca en más del 80%b.
En 2012, alrededor de 126 millones de mujeres iniciaron sus propios negocios en más de 67 economías en el mundo (GEM 2012). Al punto que la mujer comenzó a desarrollar cada vez más nuevas actividades productivas con el afán de lograr su inserción en el mercado laboral y de contribuir de manera constante en el desarrollo de nuevos mercados. Como resultado de ello, la participación de la mujer en la fuerza laboral ha aumentado en forma sostenida y al mismo tiempo se ha ido acortando la brecha de género en el empleo, aunque aún sigue siendo considerable. Todavía persiste la poca flexibilidad laboral para las mujeres, pese a ello, las mujeres con frecuencia emprenden su propio negocio. Esta incursión en el empresariado otorga a la mujer mayor libertad para atender sus labores domésticas y de crianza, así como una oportunidad para insertarse en el mercado laboral y crecer.
La Encuesta Nacional de Empresas 2015 (ENE 2015) ha sido realizada por el Ministerio de la Producción (PRODUCE) en cooperación con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Esta encuesta recoge información sobre un marco muestral de 209,907 empresas con ventas anuales superiores a las 20 UIT1 de un universo de 1,592,232 empresas formales que existían en el Perú al cierre del año 2014. El nivel de información que se dispone de las firmas es por estrato empresarial, actividad económica2 y regiones con cifras correspondientes al año 2014.
El objetivo principal de esta encuesta es evidenciar y medir diferentes características de las unidades productivas con respecto a su organización, uso de tecnologías, acceso a insumos, comercialización, calidad en los procesos, capacitación, financiamiento, entre otras variables que se relacionan con los niveles de productividad y competitividad de las empresas. Asimismo, la ENE 2015 permitirá mejorar el diseño y la formulación de políticas públicas adecuadas para diferentes sectores y tamaños empresariales de la economía peruana.
Los principales resultados de la encuesta evidencian las dificultades que enfrentan las empresas para su crecimiento y especialización que no permiten mejorar su productividad y mostrarse más competitivas a nivel local e internacional. Los principales problemas se encuentran en el difícil acceso al financiamiento, la baja penetración de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la falta de planificación y perfeccionamiento de los procesos productivos, la baja inversión en las certificaciones, entre otros. Estos problemas afectan, principalmente, a la micro y pequeña empresa (MYPE).
Igualmente, la ENE es la primera encuesta que incluye el recojo de información sobre la percepción de regulaciones. En particular, sobre las regulaciones laborales, se encuentra que los requisitos de contratación son muy complicados, además de existir una excesiva fiscalización en algunos sectores. Esto genera sobrecostos a las empresas. En cuanto al local para desarrollar la actividad productiva, se encuentra que sólo un tercio de las empresas poseen un local propio, pese a que una importante proporción manifiesta que requieren de mayor espacio para desarrollar sus operaciones. Esto evidencia la necesidad de contar con un mayor número de áreas, especialmente de uso industrial, para el adecuado desarrollo de las actividades industriales. Además, existe una baja inversión en capital humano. La ENE 2015 encuentra que sólo 4 de cada 10 empresas realizaron algún tipo de capacitación en el 2014.
Estos problemas afectan considerablemente el potencial exportador de las empresas peruanas. Pese a la firma de tratados comerciales y la promoción activa para generar lazos comerciales, sólo el 4.3% de las empresas realizaron exportaciones en el año 2014. Además, se encuentra que el valor de las exportaciones generado por el sector manufacturero es bajo pese a la alta concentración de empresas en dicho sector. Esto se debe a que, de acuerdo al cálculo de la productividad total de factores (PTF) y de la eficiencia técnica, la gran mayoría de subsectores manufactureros se encuentran rezagados y utilizan de forma poco óptima sus insumos productivos.
Este documento de trabajo presenta un análisis del desempeño del sector cooperativo en el Perú en los últimos años. Para ello, también fue importante realizar un breve análisis sobre la situación económica del país y del entorno internacional en el que se ha situado el sector cooperativo. En la última década, este sector se ha convertido en un modelo de desarrollo mundial con una gran diversidad de formas para realizar negocios, de acuerdo a la necesidad de cada región y de la comprensión sobre el modelo cooperativo.
Las cooperativas contribuyen a la creación de empleo digno y productivo, y también fomentan la autoayuda en comunidades en las que las inversiones son muy limitadas. El cooperativismo es diversificado y no se concentra en un sector específico, ya que tiene la propiedad de adaptarse a las circunstancias del contexto sobre el cual opera. El desempeño de la economía peruana en los últimos años no ha sido muy favorable para el desarrollo del sector cooperativo, debido a que el país fue afectado por el menor crecimiento de las economías de los países con los cuales tiene vínculos comerciales. La recuperación de estos países es lenta y en otros casos persisten fuertes cargas de deuda. El nivel de inversión aún es débil en todo el mundo. Este contexto no le ha favorecido mucho al sector cooperativo peruano para desarrollarse y expandirse.
Dado que también la intervención del Estado en este sector ha sido muy limitada, pero de concretarse, con la nueva Ley General de Cooperativas que viene desarrollándose permitirá fortalecer y fomentar a las cooperativas al buen desempeño de la práctica empresarial asociativa. Hoy en día este sector es relevante para el desarrollo social y económico de varios países, principalmente para los continentes como Asia y Europa, donde las cooperativas se han consolidado, junto a otros actores de la economía social, como un polo de bienestar social y de desarrollo económico.
Según los resultados del informe “Report 2015: Exploring the co-operative economy”, el impacto que tiene el sector cooperativo en el mundo y que mantiene un constante crecimiento, capaz de soportar la crisis financiera global que influye positivamente en el bienestar económico y social de las personas en todo el mundo. Las cooperativas que se encuentran en el ranking de los top 10 corresponden a países como Japón, EE.UU., Francia, Alemania y Corea del Sur, que económicamente van mostrando una recuperación gradual y tienen perspectivas de mejora. Una de las iniciativas del Estado Peruano fue la elaboración del Directorio Nacional de Cooperativas en el año 2012, el cual fue actualizado en el 2014, con la finalidad de proporcionar información necesaria para desarrollar una política de fomento para el crecimiento de las cooperativas.
El Ministerio de la Producción – PRODUCE, en cumplimiento a una de sus funciones y objetivos dentro de su competencia en el subsector productivo Pesca y Acuicultura, como es el difundir de manera transparente la información correspondiente a fin de contribuir al conocimiento del desenvolvimiento productivo del sector, pone a disposición de las instituciones públicas, privadas y usuarios en general, el documento:
ANUARIO ESTADÍSTICO PESQUERO Y ACUÍCOLA – 2016.
La importancia del presente documento radica en la presentación de información estadística ordenada y detallada respecto al desarrollo de la actividad productiva del subsector Pesca y Acuicultura en sus fases de desembarque, procesamiento y comercialización de recursos hidrobiológicos, así como en sus diferentes utilizaciones y ámbitos de operación, incluyendo lo correspondiente a la actividad acuícola, la misma que tiene como fuente la información proporcionada por los diversos establecimientos industriales pesqueros y acuícolas, a través de la Encuesta Estadística Pesquera Mensual, así como los informes técnicos de las Direcciones Regionales de la Producción a nivel nacional.
La Oficina de Estudios Económicos de la Oficina General de Evaluación de Impacto y Estudios Económicos, de acuerdo a sus funciones asignadas, desarrolla labores de recopilación, consistencia, procesamiento y análisis de los datos básicos de los diversos agentes productivos bajo la jurisdicción administrativa del subsector Pesca y Acuicultura, complementados con datos de los registros de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria - SUNAT sobre información de comercio exterior.
De esta manera, permite la obtención de resultados con un nivel de confiabilidad y comparabilidad de las variables más relevantes de las actividades extractiva, procesamiento y comercialización. La información expuesta es presentada en términos mensuales para el periodo 2016, y en términos acumulados para los últimos diez años. Con ello, se espera aportar con elementos de utilidad para las diversas instituciones del país y del exterior, los cuales son mostrados con tal nivel de detalle que es posible disponer de una información básica para el conocimiento y consulta de los investigadores, inversionistas, profesionales y usuarios en general. La Oficina General de Evaluación de Impacto y Estudios Económicos, en representación de PRODUCE, manifiesta su reconocimiento y agradecimiento por el valioso apoyo de las empresas industriales pesqueras y acuícolas, Direcciones Regionales de la Producción de los Gobiernos Regionales y otras dependencias del subsector Pesca y Acuicultura a nivel nacional, al proveer la información básica a través de las investigaciones estadísticas que se ejecutan en el marco de sus funciones y las normas técnico legales del sector y el Sistema Estadístico Nacional.
Las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipyme) en América Latina juegan un papel muy importante en la cohesión social, ya que contribuyen significativamente a la generación de empleo, ingresos, a la erradicación de la pobreza y dinamizan la actividad productiva de las economías locales (CEPAL, 2009). Asimismo, las Mipyme representan un sector clave para incrementar el crecimiento económico de la región.
A saber, se caracterizan por una gran heterogeneidad en el acceso a mercados, tecnologías, financiamiento y capital humano, así como su vinculación con otras empresas, factores que afectan su productividad, capacidad de exportación y potencial de crecimiento (CEPAL, 2016).
á conformado en un 99.5% por micro, pequeñas y medianas empresas (Mipyme1 ). Este segmento reúne agentes económicos que dinamizan y contribuyen al desarrollo económico del país. Una parte significativa de la población y de la economía dependen de la actividad y el desempeño de este segmento debido a su reconocida capacidad para generar empleo y su participación en la producción. Las Mipyme generaron en el 2016 el 88% del empleo en el sector privado.
Autor: | PRODUCE |
Páginas: | 100 |
Publicación: | 2013 |
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Conocemos, por investigaciones y estadísticas realizadas, que ocho de cada 10 MYPE fracasan en sus primeros 5 años; siendo uno de los principales factores no contar con información actualizada y consistente y al instante, que les permita tomar las decisiones concretas y correctas para satisfacer la demanda de un determinado mercado en condiciones competitivas, sea éste nacional o internacional. Por lo expuesto, el Ministerio de la Producción se encuentra en el proceso de elaborar estudios
y estadísticas sobre tan importante sector de nuestra sociedad.
Respecto al mercado nacional o internacional, sabemos que no se trata de uno sólo, son miles con características diferentes (“nichos de mercado”) y cada uno de ellos tiene sus propias necesidades y gustos sobre productos o servicios; por más calidad que ellos tuvieran (productos o servicios), no se venden por si solos, sino que deben ser adaptados a las exigencias y preferencias de los clientes y, esto se obtiene con inversión, estudios, investigaciones del mercado objetivo.
Al analizar la estructura económica del país encontramos la coexistencia de empresas de distinta envergadura, por lo que podemos inferir que la dimensión de una empresa no está relacionada con un determinado sector de actividad para su funcionamiento, como tampoco existen países o economías que exijan un determinado nivel de actividad para que se conforme una empresa. De la misma manera en la estructura económica de nuestro país podemos encontrar sectores más dinámicos ue otros, así como con determinadas actividades que cuentan con ventajas comparativas frente a otras empresas o regiones. Pero en todos encontraremos empresas pequeñas, medianas y grandes.
Autor: | PRODUCE |
Páginas: | 50 |
Publicación: | 2011 |
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La economía necesita de la estadística, con cuya ayuda se planifica el desarrollo, se supervisa su cumplimiento y se determinan las necesidades y reservas de recursos con que se cuenta. La gestión pública y privada también requiere de información que contribuya a mejorar los procesos de toma de decisiones en la aplicación de políticas de desarrollo y en la gestión de los programas y proyectos, para su seguimiento y evaluación, así como el diseño de políticas y planes en los diferentes niveles
de gestión, ya sea en una empresa, una institución de desarrollo, un municipio o una región, acorde con sus características y ámbitos respectivos.
En este sentido, la información proporcionada en este documento sobre la micro, pequeña y mediana empresa (mipyme) desempeña un rol relevante para la toma de decisiones en los diferentes niveles del actuar público y privado. Por ejemplo, las mipymes representan el 99,4% del empresariado nacional y generan alrededor del 63,4% del empleo. Toda vez que este sector es importante, se requiere implementar políticas que contribuyan a promocionar y generar un entorno favorable que
coadyuve a su crecimiento y desarrollo.
El presente reporte ha sido desarrollado en colaboración con la Superintendencia Nacional de la Administración Tributaria (Sunat), que, a través de su Gerencia de Estudios Económicos, proporcionó la información requerida sobre contribuyentes que realizaron actividades económicas durante el 2012, información base para determinar a las mipymes formales.
Asimismo, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) brindó información sobre la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), que, entre otros temas, evalúa las condiciones de vida de los hogares. Esa fuente permitió estimar a las icroempresas y pequeñas empresas informales. El Ministerio de la Producción pone este documento a disposición de los funcionarios de las instituciones públicas y privadas vinculadas a la promoción de la mipyme, investigadores de la academia, empresarios y público en general, el cual contiene información concerniente a la micro, pequeña y mediana empresa.
Autor: | PRODUCE |
Páginas: | 50 |
Publicación: | 2012 |
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El emprendimiento como vehículo fundamental del crecimiento económico ha sido reconocido de manera creciente en los últimos años (Acs et al. 2008; Anokhin et al. 2008; Cumming et al 2013, Naudé 2009).
La generación de empleo y la innovación con la introducción de bienes y servicios nuevos o mejorados, o de un proceso productivo superior son los principales canales a través de los cuales las empresas favorecen el crecimiento, con sus correspondientes efectos en el bienestar de la sociedad. Como consecuencia, existe hoy un mayor interés de los Gobiernos por conocer más de cerca cómo funcionan las empresas de la economía y cuáles son las limitaciones que enfrentan a
fin de poder diseñar políticas que estimulen su crecimiento.
En el Perú, el tejido empresarial formal está conformado en un 99,5% por micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). Se trata de un segmento bastante dinámico en cuanto a sus tasas de creación y cierre; pero es igualmente heterogéneo en cuanto a sus características y desempeño. Esto hace que no sea adecuado pensar en las mipymes como un conjunto uniforme de unidades productivas y menos pretender que las estrategias para incentivar su crecimiento sean igualmente efectivas cuando se implementan sin tener en cuenta sus particularidades.
Autor: | PRODUCE |
Páginas: | 50 |
Publicación: | 2013 |
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